© Natacha Pisarenko (AP)
Las repercusiones del terremoto electoral desencadenado por la victoria de Javier Milei en las elecciones primarias de Argentina generaron un fuerte impacto en el mercado cambiario. El Gobierno decidió devaluar el peso en un 18,3% el día lunes, situándolo en 365 unidades por dólar, lo que representa un aumento de 67 pesos con respecto al viernes. Esta caída se repitió en otras cotizaciones, incluyendo el mercado paralelo no regulado por el Estado, donde el tipo de cambio se acercó a los 685 pesos por dólar. El lunes negro financiero que siguió a los resultados de las elecciones primarias del domingo refleja la reacción del mercado ante la gran incertidumbre que se espera hasta diciembre. Con dos meses y medio antes de las elecciones generales de octubre y cuatro meses antes del traspaso de poder.
Además, el Banco Central de la República Argentina implementó un aumento récord en las tasas de interés de 20 puntos, llevándolas al 118%. Esta medida buscaba estabilizar las expectativas respecto al cambio de moneda y reducir el impacto de la devaluación en los precios, pero no logró su cometido. A lo largo del día, muchos proveedores suspendieron sus ventas temporalmente debido a la falta de precios claros. En los comercios minoristas del microcentro de Buenos Aires, se estaba considerando un aumento generalizado de entre el 10% y el 20% en los precios de los productos, pero todo estaba en espera de las decisiones de los proveedores.
Los economistas consideran que las medidas implementadas por la autoridad monetaria eran casi inevitables debido a la falta de reservas para respaldar el peso, pero advierten sobre el impacto que tendrán en la población, que ya está muy afectada. Elisabet Bacigalupo, líder del equipo macroeconómico de la consultora Abeceb, resume que esto resultará en más inflación, una recesión más profunda de lo esperado y una caída significativa en el poder adquisitivo.
El ministro de Economía y candidato presidencial por el peronismo, Sergio Massa, se encuentra en una posición difícil en medio de esta tormenta económica. Bacigalupo advierte que el Gobierno debe evitar una crisis macroeconómica para mantener sus oportunidades en las elecciones de octubre, pero tampoco puede profundizar en medidas de ajuste que afecten aún más la economía, ya que esto podría costarles votos. Aunque el peronismo sufrió una derrota histórica en las primarias, quedó a solo tres puntos de Milei y a un punto de la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio, manteniendo su competitividad de cara a las elecciones presidenciales.
Las decisiones tomadas el lunes ayudan a Massa a contener la crisis, pero al mismo tiempo lo alejan de las posibilidades de una victoria en las urnas. Esta estrategia arriesgada no ha sido bien recibida por la población. Muchos expresan su descontento con la situación económica y política actual. A pesar de que Milei promete soluciones radicales, como la dolarización de la economía, el mercado no reaccionó tan fuertemente como hace cuatro años, cuando las encuestas tampoco predijeron la victoria abrumadora del peronismo en las elecciones primarias.
En conclusión, Argentina enfrenta un desafío económico importante debido a la incertidumbre política y los problemas de reservas y devaluación. Las medidas tomadas por el Gobierno y el Banco Central buscan estabilizar la situación, pero también tienen efectos negativos en la población y en las perspectivas electorales. El Fondo Monetario Internacional también juega un papel clave en la situación financiera del país, con acuerdos y desembolsos que impactan en la economía argentina.
