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Por Mike Blake y Marco Garcia
KAHULUI, HAWÁI, 12 de agosto (Reuters) – La magnitud de la devastación causada por los incendios forestales en Maui se volvió más evidente el sábado, cuando las autoridades advirtieron que el número de fallecidos, que alcanza los 80, probablemente aumentaría, mientras los equipos de búsqueda con perros rastreaban las ruinas carbonizadas de Lahaina en busca de más víctimas.
Según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), el costo de reconstruir la histórica ciudad turística se estimó en 5.500 millones de dólares, después de que las voraces llamas consumieran más de 1.000 edificios y arrasaran prácticamente toda la ciudad.
Las autoridades se comprometieron a revisar los sistemas de notificación de emergencia del estado luego de que algunos residentes se preguntaran si se podría haber hecho más para alertar a la gente antes de que el fuego llegara a sus hogares. Algunos se vieron obligados a cruzar el océano Pacífico para escapar.
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Las sirenas ubicadas alrededor de la isla, destinadas a advertir sobre inminentes catástrofes naturales, nunca sonaron, y los cortes generalizados de electricidad y telefonía móvil dificultaron otros métodos de alerta.
La fiscal general del estado, Anne Lopez, anunció que llevaría a cabo una revisión de las decisiones tomadas antes y durante el incendio, mientras que el gobernador Josh Green dijo a CNN que había autorizado una revisión de la respuesta de emergencia.
Las autoridades locales han descrito una combinación de factores desfavorables, como fallas en la red de comunicación, fuertes ráfagas de viento de un huracán mar adentro y otro incendio forestal a decenas de kilómetros de distancia, que dificultaron la coordinación en tiempo real con las agencias de manejo de emergencias que normalmente emiten alertas y órdenes de evacuación.
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El número de víctimas mortales convirtió el desastre, que comenzó el martes, en la peor catástrofe natural en la historia de Hawái, superando al tsunami de 1961 que cobró la vida de 61 personas un año después de que Hawái se convirtiera en estado de Estados Unidos.
AVANCE RÁPIDO
Las autoridades comenzaron a permitir el retorno de los residentes al oeste de Maui el viernes, aunque la zona del incendio en Lahaina permaneció cerrada. Se advirtió sobre la posibilidad de humo tóxico proveniente de las áreas en llamas y se informó que las operaciones de búsqueda continuaban.
“Será devastador llegar allí”, dijo Za Dacruz, de 33 años, mientras esperaba el viernes en un atasco para intentar regresar a Lahaina. “Solo esperamos que todos estén vivos, que estén a salvo, eso es todo lo que tratamos de lograr. ¿Y lo demás? Lo enfrentaremos desde allí”.
Cientos de personas seguían desaparecidas, aunque no estaba claro el número exacto.
En un centro de ayuda familiar en Kahului, June Lacuesta dijo que estaba tratando de ubicar a nueve familiares de los que no se tenía noticias desde el martes.
“Cuando veo la propia ciudad de Lahaina, no puedo describir los sentimientos que me invaden”, dijo Lacuesta, quien se dirigía después a un refugio de la iglesia para continuar su búsqueda.
La catástrofe comenzó poco después de la medianoche del martes, cuando se reportó un incendio en la maleza en la localidad de Kula, a unos 56 kilómetros de Lahaina.
Unas cinco horas después, se cortó la electricidad en Lahaina. En las actualizaciones publicadas en Facebook esa mañana, el condado de Maui dijo que un incendio de maleza de 1,2 hectáreas se había declarado en Lahaina alrededor de las 06:30 a.m., pero que había sido controlado a las 10 de la mañana.
Las actualizaciones posteriores se centraron en el incendio en Kula, que había quemado cientos de hectáreas y obligado a algunas evacuaciones locales. Sin embargo, alrededor de las 3:30 p.m., según las actualizaciones del condado, se declaró el incendio en Lahaina.
Algunos residentes comenzaron a evacuar la zona y se instruyó a los habitantes del lado oeste de la ciudad, incluidos los huéspedes de los hoteles, a refugiarse en el lugar donde se encontraban. En las horas siguientes, el condado publicó una serie de órdenes de evacuación en Facebook, aunque no estaba claro si los residentes las recibieron mientras la gente huía frenéticamente de las llamas que avanzaban a gran velocidad.
Algunos testigos afirmaron que apenas recibieron advertencias y describieron el terror que sintieron cuando las llamas destruyeron la ciudad a su alrededor en cuestión de minutos.
